En los meses anteriores, las encuestas habían dado un empate técnico, y más recientemente, una ligera ventaja al PP. Pero 4,5 puntos parecen ya una ventaja preocupante... Todavía hay una tercera encuesta en el ABC, que no específicamente electoral: La confianza en el Gobierno para salir de la crisis se desploma en tres meses. Pasa del 4,7% de bota al final de año, al 3,1% en marzo.
Con bastante probabilidad, en los resultados de estas tres investigaciones sociológicas pudiera hallarse la razón de ser del ajuste del Gobierno. Parece evidente que las perspectivas electorales para el 7-J, insistirán en lo que ya señalaron los resultados del primero de marzo en Galicia y Euskadi: Que no corren buenos tiempos para el PSOE, y que el PP y sus dirigentes empiezan a tener moral de victoria.
Frente a esos resultados y las previsiones de junio, Zapatero y sus asesores han hallado en el reajuste del Gobierno una salida inmediata, confiando en que ese equipo reconduzca la situación y modifique las tendencias. Primero, hasta el 7 de junio, y después, para reencauzar el resto de la legislatura. ¿Es tiempo suficiente para cambiar la tendencia? No hay duda de que es ya extraordinariamente breve, pero podrían bastar algunos indicios para dar satisfacción. De ahí la necesidad de poner en marcha obras públicas, y de comprobar que las obras municipales empiezan a dar empleo. Ahora, el milagro está en manos de Salgado y Blanco.
En el Gobierno tampoco se descarta que los ciudadanos hagan pagar a los populares su nula contribución a salir de la crisis, ni en grandes declaraciones de apoyo, ni en acuerdos de Estado, ni siquiera en las comunidades autónomas donde gobiernan, Madrid, Valencia y Murcia. Los populares vienen dando la impresión de que critican “a calzón quitado” y a tope, sin tener que poner nada de su parte para remediar una situación que a todos afecta, y mucho...
