Castillo salió al paso de lo que denominó "una falsa polémica desatada los últimos días exclusivamente en la provincia de Málaga" y subrayó que los 120 trabajadores de la antigua Cuenca Mediterránea "harán el mismo trabajo que ahora, en las mismas mesas y espacios", y seguirán teniendo su sede en el Palacio de la Tinta de la capital malagueña.
"Lo único que ha perdido Málaga es un director general que es mejorable en su gestión" y "por eso en ningún caso tenía intención de seguir contando con él", afirmó Castillo en alusión al hasta el martes director general de la Cuenca Mediterránea, Antonio Rodríguez Leal, quien criticó públicamente el nuevo organigrama.
Explicó en rueda de prensa que desde 2005, cuando se transfirió a la Junta la hasta entonces Confederación Hidrográfica del Sur, la Cuenca Mediterránea "dependía de la Agencia Andaluza del Agua" y "nunca fue una competencia aislada ni desde Málaga se han tomado decisiones al margen de quien tiene las competencias, que es la comunidad autónoma".
Según la consejera, las competencias correspondían desde 2005 "al máximo nivel a la consejera de Medio Ambiente, como presidenta de la Agencia Andaluza del Agua, y en un segundo nivel al director gerente de la Agencia, que es quien decide las obras y presupuestos para la Cuenca Mediterránea y la Cuenca Atlántica".
"Desde 2005 se hacían en Málaga y en la Cuenca Atlántica propuestas que finalmente se firmaban y decidían por el responsable de la Agencia y en última instancia por la presidenta, que es la consejera", insistió Castillo.
También añadió que el hecho de que el director general de la Cuenca Mediterránea "estuviera físicamente en Málaga" era "una cuestión de comodidad, como el hecho de que quien dirigía la Cuenca Atlántica estuviera en Jerez, sin más importancia de fondo".
La titular de Medio Ambiente reiteró que el director general de la Cuenca Mediterránea "no ha tomado ninguna decisión desde 2005" y sólo tenía "toda la capacidad de hacer propuestas, como el director general de la Cuenca Atlántica".
Castillo anunció la creación de un Observatorio del Agua de ámbito regional y "pionero en España" cuya sede estará en Málaga "por el potencial y experiencia de los trabajadores de la antigua Cuenca Mediterránea, que deben ser aprovechados".
Al preguntársele por el rango que tendrá ese Observatorio, precisó que "lo tendrá que determinar" la futura Ley del Agua, cuyo contenido se definirá en el debate parlamentario, aunque avanzó que "tendrá más rango" que el de dirección general, que "es poco por la gestión que tendrá que hacer".
La consejera considera que con el nuevo organigrama se "refuerza el peso de la toma de decisiones" en Málaga y en el resto de las provincias a través de sus respectivos delegados de Medio Ambiente, que tomarán las decisiones presupuestarias y serán los responsables políticos de la política de aguas en sus territorios.
